28 de marzo de 2013

Sobre belleza y sippys

Sucede, a menudo, que la belleza - en contra a lo que quisieron inculcarnos nuestros padres - está en el exterior. Vamos, que te entra por los ojos en forma de bonitez, y te da igual el interior o la utilidad (si es que la tiene). En ese momento, lo único que sabes que que LO QUIERES. YA. SIN DEMORA. ¿Por qué? Porque es bonito. Porque mola. Porque sí. ¿A quién queremos engañar?

Y es así que me gustaría poder deciros que el blog ha alcanzado el máximo grado de belleza y está listo para ser visionado por todos ustedes, pero no. (LO QUIERO, YA) En la página de Facebook he ido subiendo el adelanto del diseño que llevará el banner, pero todavía le falta mucho trabajo, vectorización y pulido (cosa que, como no sé hacer, le he endilgado a Don Daddy) así que se siente, de momento tendremos que ir apañándonos con este fondo rosa y la decoración más bien soseta. Lo siento realmente por vuestras retinas, pero estamos trabajando a contrarreloj para hacer la espera lo más llevadera posible.

Siguiendo por estos derroteros y reflexionando sobre la bonitez, he de hacer público aquí que desde el día de ayer el choopla disfruta de un flamante y precioso sippy cup (vasito de aprendizaje) de color rosa, cortesía de la generosidad de Mamá Pata, que al ver la precaria situación en la que nos encontrábamos en el desierto, corrió rauda a su tienda más cercana para salvar nuestras almas, siempre en pos de la belleza.

Que no quiere esto decir que antes no teníamos sippy, no señores. Teníamos (tenemos) otro sippy. Pero es que es feo. Muy feo. Es un atentado a la estirpe de los sippys y a la menda la embargaba la tristeza cada vez que tenía que mirarlo y resignarse a su destino; a no tener un sippy como dios manda. (Al choopla, mientras salga agua, le da igual, pero eso es otra historia)

He aquí "el otro sippy" (a.k.a. el sippy esperpéntico)


Yo todavía no sé de dónde salió. Lo trajo un día Don Daddy, acatando mis órdenes de traer un sippy cup, y casi se me sale el corazón por la boca cuando lo vi. Ilusa de mí, que pensaba que por sippy sólo se podía entender el típico vasito con forma de biberón, pitorro y asas, (reforcemos la forma de biberón) y soñaba con la belleza de los sippys de AVENT (porque una para estas cosas es muy pija, y si tenemos los bibes, el esterilizador, el sacaleches, y hasta los chupetes, el sippy tenía que formar parte de la colección, digo yo, ¿no?)

Pero ¡que no os engañe esta taza con tapa que parece venida del Jurásico! Ahí donde la veis, la muy chula es vendida en internet (sí, sí, como lo leeis) y dispone de un dispositivo de alta tecnología que hace que la golpees por donde la golpees, se balancee sin caerse recuperando siempre la posición original. Para chula, la taza ésta. (Contras: el agua sale a raudales por el pitorro ya que no dispone de antigoteo, la tapa del pitorro queda floja y tiene un agujero en la tapa roja, con lo que no se puede meter alegremente en el bolso, para llevar)


Bien mirado, tampoco es tan malo, diréis.

Y con razón. Ya casi me estaba resignando yo también cuando Mamá Pata, apiadándose de nuestra alma (después de haberse descojonado, por supuesto, al ver la foto anterior) decidió llevar a cabo un acto de caridad y agasajar al choopla con esto.


¡TARÁAAAAAA! ¡Tanta preciosidad junta no debería ser legal! (Y encima de AVENT)
No dispone del sistema anticaídas de la taza mágica, pero es tan bonitísimo que hasta se te olvida. Además de disponer de una tapa que cierra. Y un pitorro antigoteo. ¿Y he dicho ya que es precioso? ¿Y que lo puedes llevar en el bolso? ¿Y que es tan rosita que te dan ganas de achucharlo y dormir con él? ¿Y que es precioso?

Mamá Pata, ¡¡¡gracias, gracias, gracias!!!

El choopla no volverá a pasar sed (ahora que aprenda a usarlo, porque como es antigoteo, hay que chupar con ganas y tesón jeje,...)

Llámenme consumista o superficial. ¡Me da igual! ¡Ya tengo lo que quería!


Ahora a por el banner, que era el tema del día.

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