16 de abril de 2013

El arte del pañalerío

¡Mercedes va por usted!

Lo reconozco: os mentí. Sin premeditación ni alevosía, sino porque se me fue el santo al cielo, pero eso no anula la verdad innegable de que os mentí. ¿Cuándo?, diréis. Pues el jueves pasado. ¿En qué? Pues que en las compras que relataba de cachivaches para bebezolos, afirmé sin que me temblase el pulso que, por lo alto, yo me habría gastado 50 euros en el choopla. Es mentira, y es verdad... es mentira porque me gasté mucho más después, y es verdad si aplicamos la afirmación única y exclusivamente a las compras "pre-bebé".

¿Y en qué te gastaste tanto, mentirosilla? Pues, señoras y señores, (habiéndome llamado la atención mi mentora en exclusividad cuando en la página de facebook preguntaba yo por los cachivaches que os resultan imprescindibles) hete aquí la respuesta: ¡en pañales de tela! Sí, sí, de los que se lavan y se vuelven a usar, esos mismos.

Y si por si acaso se están llevando las manos a la cabeza y empezando a vocalizar el consabido oh my God mientras se imaginan tandas y tandas de gasas blancas atadas por imperdibles, como en la época de nuestras bisabuelas, apiñadas en una cesta y listas para ser lavadas (a mano, que queda más bucólico y más antiguo), aclaro también que los pañales de tela de hoy en día son una monisitud, y no requieren grandes cuidados, ni lavar y frotar a mano. Las gasas blancas también siguen existiendo, por supuesto, pero dada la edad del choopla cuando empezamos con el pañalerío, ya se nos quedaban cortas en tema de absorción, y tiramos más hacia la utilidad y la bonitez, eligiendo, entre los muchos tipos de pañales de tela que hay, los todo en dos (cobertor + absorbente) y centrándonos en los bitti tutto y Pop-In (hale, ¡publicidad descarada! ¡y eso que no me pagan comisión!).

Yo supe de este tipo de pañales por primera vez a través de un foro y, habiéndome imaginado (como seguramente habrán hecho ustedes) la mítica gasa con imperdible de los dibujos animados, me dije "¡en la vida!". Pasa que luego me entró la curiosidad y me puse a investigar, y a lo tonto a lo tonto, me hice un máster (como con los baberos) de todos los tipos de pañales habidos y por haber, me enamoré de su bonitez, y me dediqué a lavarle el cerebro a Don Daddy con la colaboración del culete del choopla, que como encima nos salió delicadita, se irritaba con todos los pañales desechables, sin importar cuántas marcas probásemos (¡ni con los repugnantes Pampers y su aromaterapia!) y, a poco para cumplir los dos meses de vida, dimos el salto.

No hay color. De verdad. Y no os estoy intentando lavar el cerebro a vosotros también, que total ni me va ni me viene (si me diesen comisión me lo pensaba...) pero he de decir que de verdad me quedé impresionada. Las rojeces del culito desaparecieron milagrosamente al poco de empezar a usar pañales (y no digo unos días, digo como que en el primer cambio) y los escapes de cacolas explosivas (sí, sí, esos que todos conocemos pero de los que nadie habla, los que llegan hasta el hombro del bebé aunque este, en su indigna y vergonzosa situación, quiera disimular y haga como si nada) también se esfumaron. En resumen, que no podría estar más contenta y que sí, que lo reconozco, que me gasté una pasta, pero bien que la estoy amortizando ya que la verdad, mi ajuar pañalero es más bien reducido (¡si me estoy apañando con 8 bitti tuttos y 2 Pop-In, soy malabarista!) y los desechables, aunque el desembolso parezca menor porque se hace a plazos, al final son una ruina.


Y chicas, nunca es tarde si la dicha es buena, y este post viene a cuento no sólo de retractarme de la mentira que les colé y de honrar a mi mentora pañalera, sino de comunicarles que ésta, ¡ésta y no otra! es la SEMANA MUNDIAL DE LOS PAÑALES DE TELA (Real Nappy Week)



Y para celebrarlo con dignidad, el 20 de abril, sábado, a las 11am se celebrará, en más de 17 países el mayor Cambio Simultáneo de Pañales de Tela del mundo mundial, con el objetivo de entrar en el Libro Guinnes de los Récords.

En España se celebrará el evento en Madrid, Valencia, Gijón, Huelva, Málaga, Cangas de Morrazo, Barcelona y Palma de Mallorca, ¡así que ya sabéis! No tenéis excusa para no acudir y colaborar en el cambio de pañal (las que vayáis, por favor, cambiad pañales en nombre mío y del choopla, ya que en el desierto carecemos de eventos tan ideales y este año nos quedamos sin participar).

Para dudas respecto al lugar del evento en sus diversas ciudades, pueden buscarlo en "Find a Location" en el link correspondiente, o pueden preguntarnos directamente a mí o al choopla aquí en los comentarios, en la página de Facebook o en twitter. Estaremos encantadas de ayudar en la medida de lo que nos sea posible.


¡Tela, SIEMPRE!

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