8 de abril de 2013

Gymkhana burocrática (2): la capacidad.


*Ésta es la continuación de la entrada anterior "Gymkhana burocrática". Si todavía no la has leído (y te come la curiosidad y el ansia de saber) pincha aquí.


Habiendo leído en foros aquí y allá que hacerme con la capacidad llevaría más de medio año, y habiendo posteriormente hablado con el tipo del registro civil en el consulado del desierto, ingenua de mí creí que tomarían mi caso en cuenta para hacer una excepción. Buuuu. Error.


Aquí nos encontramos con la prueba de destreza numero 1: para adquirir la capacidad es necesario reunir un sinfín de documentos (certificados de nacimiento, residencia, soltería, y DNI de ambos contrayentes) y entregarlos con la solicitud debidamente rellenada. (Y digo yo, con todos estos papeles, ¿no pueden ya casarnos directamente?)

Los documentos en un idioma diferente del español, además, han de ser debidamente traducidos por un traductor jurado y posteriormente legalizados en el Tribunal de Primera Instancia, el Ministerio del Exterior, y el propio Consulado. Carrera de obstaculos con todos los entretenimientos característicos, como se puede apreciar.

Total, que sin meterme en los detalles escabrosos, diré que conseguimos reunir los papeles (¡y sin tener que sobornar a nadie!) para que, cuando los fui a entregar en la ventanilla de legalizaciones del consulado (habiendo entregado la solicitud pertinente en otra ventanilla, la del registro civil) me digan que falta una firma en una legalización. Que lo lleve de nuevo a legalizar (al ministerio de asuntos exteriores, a eso de una hora de lejos, y además cuando ya habrían cerrado) Hale, ¡otro paseíto! 

Al final, consegui entregarlo todo al dia siguiente y me alejé medio confiada, medio con la mosca detrás de la oreja, poniendo en duda las palabras del amable ventanillero que me aseguraba que una vez legalizados los documentos, los pasarían al registro civil para juntarlos con el resto del dossier ya entregado. Más tarde, se confirmaría que la mosca tenía razón.

Superada la prueba de destreza y logística, algo tan nimio como reunir los documentos pertinentes y entregarlos, pasamos a la prueba número 2, la de la paciencia interminable.

El proceso normal para conseguir la capacidad pasa por la emisión de un edicto por parte del consulado comunicando la inminente unión (en plan, "Fulanita de tal y Mengano de cual tienen pensado casarse, si alguien tiene algo en contra que hable ahora o calle para siempre"), que se expone durante 15 días en el tablón de anuncios del consulado y del ayuntamiento (si es en España) o embajada/consulado pertinente (fuera de España) correspondiente a la localidad donde el contrayente español haya residido en los dos últimos años. En mi caso, en la embajada española en Tokyo, ni más ni menos.  Deberían ustedes haber visto la cara del tipo del registro civil cuando me espetó: "Vamos a ver, ¿tú donde vivías antes?" y yo le contesté "En Tokyo" como quien dice Valdemorrillo de Arriba... Aquí un nuevo escalofrío me recorrió la espalda, al ver cómo el hombre resoplaba como si le hubiera dicho que llevase el edicto a nado a las islas japonesas. Sin embargo, enseguida se recompuso para explicarme que entonces enviarían el edicto a esa embajada para que lo expusieran durante 15 días y después lo devolviesen al desierto. Pasado este tiempo, se nos citaría para una entrevista, a mí y a Don Daddy, para confirmar nuestra aptitud para recibir la capacidad (aquí hacemos un kit-kat de indignación de nuevo, ¿¡pero quién es el estado español para decidir con quién puedo casarme?!). Y posteriormente se nos entregaría el papelucho.

Así, a priori, parece todo muy fácil. Muy bucólico y pastoril. Mandan el edicto 15 días, viene de vuelta, nos entrevistan y ¡zas! papel en mano y cientos de pájaros volando.

Pero hoy en día puedo decir sin temor a equivocarme que esto no es más que una engañifa.

Poniendo que entregamos la solicitud a principios de abril, y calculando así por encima con los datos que les he proporcionado, ustedes ¿cuándo creen que nos hicieron la entrevista? ¿cuándo creen que nos dieron el papel de marras? ¡¡¡¡Se admiten apuestas!!!! La respuesta se hará pública el lunes que viene.

6 comentarios:

  1. Esto es un sin vivir......y la saga continua..... Te acompaño en sinvivir desde el norte del desierto.... XD

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    1. Gracias por el acompañamiento, ¡sinvivamos juntas! Ya verás ya, vas a flipar con la continuación de la saga sobre la audiencia "reservada" xDDD

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    2. Que susto da solo el nombre......A saber que extraños sucesos acontecen.. Lo que yo te diga,Amenabar es tu aliado......

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    3. Zuztoooo... Reservadísima la audiencia, allí estaba hasta el gato del consulado juas!! Amenabar, Amenabar moro de la moreria juasjuas!

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  2. Jaja, pues si Lara, se llama "audiencia reservada". Nosotros entregamos los papeles el 28 de Diciembre y nos hicieron la entrevista el 15 de Marzo. Ahora estamos esperando a que nos llamen.

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    1. Ay Noe, pues no sé en la vuestra pero a la mía le faltó la "reserva" porque allí estaba hasta el tato jajaja... Pero no adelanto acontecimientos jaja, lo leeréis el próximo lunes ;) no me sorprende que os hicieran esperar 3 meses, pero partamos de la premisa de que a mi, en mi caso excepcional, me agilizarían el proceso y me darían el papel en 3 meses... Muajaja!

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